AGROECOLOGÍA EQUILIBRIO NATURAL DEL PLANETA
Ensayo:
José Gregorio González. Nov - 2012
INTRODUCCIÓN
Agroecología, conocida por unos como agricultura ancestral y por otros
como agricultura convencional, nuestros abuelos le llamaban siembra en conucos
o rastrojos y los llamados técnicos e ingenieros peones del capitalismo le
llaman agricultura empírica, el investigador
Venezolano Carlos Lanz, propulsor del programa “todas las manos a la
siembra” la connota como “la agricultura sustentable”, viabilizando con la
formulación del Desarrollo Predial Agroecológico, formula esta conocida igual
como granja integral. Así mismo uno de los principales teóricos de la
Agroecología ha sido el investigador chileno Miguel Altieri, que trabaja en la
Universidad de Berkeley; siendo uno de los fundadores del Centro
Latinoamericano de Desarrollo Sustentable (CLADES), marco en el cual se
desarrollaron las bases sobre las que se ha ido fundamentado este nuevo enfoque
científico.
ENFOQUES CIENTÍFICOS DE LA CONCIENCIA AGROECOLÓGICA
La agroecología científica plantea la necesidad de un enfoque múltipolar, con una visión holística, con ideas y métodos de varias disciplinas, ahora bien
junto a la visión holística revisemos qué otros elementos han colaborado en la
connotación de esta ciencia.
Según Susanna Hecht, Profesora del departamento de
desarrollo urbano de la Universidad de los Ángeles, EEUU, la Agroecología
incorpora un enfoque de la agricultura más ligado al medio-ambiente y más
sensible socialmente; centrado no sólo en la producción sino también en la
sostenibilidad ecológica del sistema de producción. Respecto a la agronomía del
capitalismo, en la agroecología se imponen tres elementos que son precisos: 1.- La
preocupación por el ambiente natural. 2.- La visión ecológica. 3.- La preocupación
social (humanismo).
La preocupación ambientalista surge a raíz de la constatación de
los efectos mortal que sobre el ambiente natural está produciendo la imposición
capitalista del modelo de monocultivos con agricultura química, agro toxica,
que se fundamenta en el uso extensivo del terreno para el mono-cultivo, implantación
de semillas transgénicas y enriquecimiento individualista, con gran destrucción
y consumo de energía.
La visión ecológica se basa en considerar los espacios de cultivo
como unos ecosistemas, dentro de los cuales también tienen lugar los procesos
ecológicos que suceden en las formaciones vegetales no cultivadas. Si para la
ecología el objeto de estudio es el ecosistema, para la agroecología su objeto
ha de ser el agrosistema (o agroecosistema); el cual puede ser definido como el
conjunto de componentes físicos y sociales, entre lazados y relacionados
íntimamente que forman una unidad (un
todo) cuyo objetivo básico es la producción de alimentos de manera sustentable.
Esta visión interesa especialmente de manera imperante a la agricultura
ecológica, convirtiéndose así la Agroecología en la propuesta de quienes
practican ese modo de producir alimentos para la vida, “el buen vivir”.
La perspectiva social, económica, política y cultural, se
introduce en la agroecología al constatar que en la agricultura los factores
socioeconómicos y políticos, influyen decisivamente en las prácticas y
metodologías de los agricultores.
Así mismo en la definición de esta nueva ciencia influyeron notablemente
las investigaciones de la Antropología y la Geografía, para analizar las
prácticas agrícolas de los pueblos indígenas y los campesinos tradicionales y,
en especial, para comprender cuál era la lógica que se aplicaba en estos
agrosistemas, basándose para ello en la recuperación de la tradición de la
narrativa oral. Los sistemas tradicionales mostraban una preocupación por el
uso de los recursos para la subsistencia no centrándose en exclusiva dentro del
campo de cultivo, sino manejando a la perfección las interacciones dentro del
propio cultivo, y entre el cultivo y el medio circundante. El análisis y
comprensión lógica de estas prácticas indígenas y tradicionales proporcionó a
la agroecología elementos conceptuales y prácticos para proponer alternativas a
la fatídica agricultura industrial capitalista.
JUSTIFICACIÓN DEL POR QUE LA AGROECOLOGÍA
La lógica de la agricultura industrial capitalista siempre ha buscado
incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las
consecuencias posteriores sobre el ambiente en el que se practica. Es por eso
que Ellos justifican la aplicación de las destructoras técnicas agrícolas, como
son: la labranza intensiva del suelo, práctica de monocultivo, uso indiscriminado
de fertilizantes agrotóxicos, el control químico de plagas (insectos naturales)
y enfermedades, uso excesivo e indiscriminado de agua de ríos y pozos profundos
para la agricultura, la manipulación genética, entre otras infernales prácticas
de la agricultura industrial capitalista.
Estas son prácticas promovidas y aplicadas bajo la conciencia egoísta de
la agricultura mal denominada convencional. Por supuesto no se niega que la
aplicación de esas prácticas e innovaciones tecnológicas capitalista
incrementan la producción agrícola, pero tampoco se puede negar y ocultar que
esas mismas prácticas agrícolas acaban definitivamente con los recursos
naturales y ocasionan catástrofes irreversible en el equilibrio natural del
planeta.
El deterioro de la cubierta vegetal, la erosión del suelo (eólica,
hídrica, de fertilidad), el incremento de la salinidad de los suelos,
disminución considerable de los mantos freáticos, la pérdida de diversidad
agrícola biológica y genética, la resistencia constante de insectos y
enfermedades agrícolas, el secado de las represas, las inundaciones naturales,
la eutrofización de lagos y la contaminación del aire, son algunas de las
múltiples consecuencias de la agricultura basada en agroquímicos y en el uso
indiscriminado del petróleo como combustible de energía.
Así mismo, en investigaciones bibliográficas encontramos en citas
publicadas en: “Agroecología y consumo responsable. Teoría y Práctica"
VVAA. Editorial Kehaceres, 2006., contextos con propiedad científica, en donde
reafirma contundentemente que el infernal sistema capitalista es factor
preponderante en la destrucción del planeta para fines de lucros
individualistas, dice la cita: “Los países europeos, seguidos por otros
altamente industrializados tales como EEUU y Australia, han implementados
algunos principios agroecológicos en sus políticas de desarrollo agrícola pero
no han sido de mucho impacto debido a empresas fabricantes de semillas
transgénicas, agrotóxicos y demás componentes químicos orientas a la práctica
de la agricultura convencional a gran escala tales como Monsanto, Rio Tinto
Alcan, entre otras, han ejercido mucha presión para promocionar un modelo de
agricultura industrializada convencional de alto impacto ambiental, y pese a
que se ha comprobado la nocividad de sus productos para el ser humano y para
los suelos, incluso con prohibiciones de distribución en países como Francia,
aún continúan expendiendo sus productos altamente tóxicos en países de Asia y
Latinoamérica, donde actualmente las tendencias agroecológicas están tomando
nueva fuerza, oponiendo resistencia al uso de estos productos que en muchos
países como Paraguay, están poniendo en peligro de extinción semillas
originarias y milenarias de la región del Mato Grosso y la Cuenca del Rio
Parana.
Es por eso que ante estas fatales consecuencias negativas de la agricultura
industrial capitalista, emerge la conciencia de la agroecología, y la
tecnología de la agricultura ecológica, que promueve justificablemente la
producción agrícola conservando los recursos naturales elementales de la
producción de alimentos sanos tales como el suelo, agua y biodiversidad, en
armonía y respetando la vida de las comunidades rurales y a los principios
éticos y del existir de los seres humanos en la realización de estas
actividades en perfecto equilibrio con la naturaleza.
La agricultura ecológica, como puesta en práctica de la ciencia
agroecológica, es altamente productiva y a su vez autosustentable en producción
y conservación a largo plazo con la finalidad de poder solventar la
alimentación de la creciente población humana. En esta perspectiva, el diseño y
manejo de agroecosistema sostenibles no puede ni debe abandonar las prácticas
convencionales sino que debe considerar las prácticas tradicionales para
justificar su sostenimiento. Se trata de diseñar científicamente nuevas
concepciones y tecnologías agrícolas, sobre la base de los métodos y
conocimientos ecológicos actuales y los principios tradicionales de
conservación de los recursos naturales que muchas comunidades rurales tienen y
en las que cubren sus necesidades alimentarias sin requerir grandes insumos
externos en su ciclo productivo.
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